Sábado 12/11/2016

Este sábado hemos conocido la historia de Ammuar. Su historia representa la historia de miles de personas actualmente, una historia basada en el abandono de todo aquello que tienen para poder cuidarlo.

Ammuar nos contaba por lo que tuvo que pasar mientras nosotros íbamos haciendo diferentes pruebas para intentar ponernos en su lugar. Al final decidimos crear nuestro mundo ideal en el que todos esos problemas no existían.

Aquí os dejamos su historia y el vídeo que realizamos:

"Hola, me llamo Ammuar y no sé si nos hemos visto alguna vez, pero eso ahora no importa. Solo quiero compartir contigo mi historia, querido desconocido, porque para las palabras no existen fronteras y mi historia es la historia de miles de personas en este mundo. Nací en Sudán, un país africano que lleva años siendo arrasado por una guerra civil. Me vi obligado a huir de mi ciudad junto con mi familia porque allí no se podía vivir. Ellos no podían realizar un viaje tan largo, por lo que se quedaron en una zona tranquila pero bastante pobre del país. Yo, en cambio, tuve que realizar un largo viaje para que mi familia tuviera algo con lo que sobrevivir. Aquí comienza la primera de muchas dificultades, cruzar fronteras.

Como puedes haberte imaginado, las fronteras cada vez son más difíciles de cruzar. No solo sirven para impedir que las personas crucen de un país a otro, sino que hacen que aquellos que lo intentan terminen con graves heridas. Pero aunque cueste, no tenía otra opción, y tuve que sufrir para conseguirle a mi familia un futuro mejor. Una vez llegado a mi nuevo país, tenía que empezar de cero. No te imaginas lo difícil que es pasar desapercibido en una sociedad que te juzga por tu color de piel. Una pieza negra entre miles de piezas blancas, me miran como si fuera diferente y no se dan cuenta de que por dentro todos somos iguales.

Supongo que poco a poco me fui acostumbrando a sus miradas raras y espero que con el tiempo se den cuenta de que nos une más de lo que nos separa. Encontré un pequeño piso que compartía junto con otros dos inmigrantes, y tenía que buscar trabajo para poder pagarlo. No fue fácil encontrar nada y cuando por fin me ofrecieron un trabajo, tuve que aceptar a pesar de las condiciones. Trabajaba lo mismo o más que el resto de mis compañeros, pero solo me pagaban la mitad y si me quejaba, mi jefe me amenazaba con avisar a la policía de que no tenía papeles. Cada día que iba a trabajar pensaba en mi familia y eso me daba fuerzas para soportarlo.

Poco a poco iba ahorrando algo de dinero que podía mandarle a mi familia. Parece que las cosas empezaban a ir bien pero un día, mientras trabajaba, sufrí un accidente. No pude ir al hospital porque no tenía papeles y tampoco podía seguir trabajando sin que me viese un médico, por lo que tuve que dejar el trabajo y cuidarme yo mismo. Tener un médico que te atienda cuando tienes un problema es un lujo que no está al alcance de todos.

Pasaron algunos meses y por fin me recuperé y encontré un nuevo trabajo. Mi familia necesitaba el dinero y yo no podía estar sin trabajar, ya que tenía que pagar el alquiler de la casa en la que vivía. Pero cada semana que pasaba echaba más de menos a mi mujer y mi hija. No soportaba escuchar su voz por teléfono pero no poder darles un abrazo. Lo peor que le puede pasar a una persona es tener que soportar estar alejado de los suyos. Y durante años tuve que pagar ese castigo para conseguir a mi familia un futuro mejor.

Y esta es mi historia, la que día a día se repite. Me vi obligado a abandonar a mi familia para poder cuidar de ellos. ¿Menuda contradicción, verdad? Y cada noche al llegar a casa, enciendo el televisor y veo noticias sobre guerras, pobreza, inmigración,....Pero parece que a la gente no le importan los millones de personas que no salen en esa pantalla, parece que solo vemos lo que nos hacen ver. Y por eso te escribo esta carta, querido desconocido, para que conozcas mi historia, la historia de miles de personas que nunca saldremos en la pantalla de tu televisor."

Los jefes de tropa.